lunes, 27 de diciembre de 2010

Hacia una técnica novedosa de creación musical.


El canto grupal.
Desarrollo en curso de una técnica de creación vocal.

Profesor: Jorge Martínez Flores.


“Incorporar lo que había sido prolijamente desechado por la técnica tradicional no hace más que darle pasaporte de música a lo que hasta ayer era "juego de niños", y de música erudita a lo que era irremisiblemente "étnico".


Introducción

Encarar el trabajo vocal con un actor o un alumno de teatro siempre, cosa extraña, conlleva dificultad, malestar, preocupación.
¿Cual es el grave problema existente entre el hablar cotidiano y el teatral?
¿Cómo hablamos en el diario vivir?
¿Para qué?
¿Por qué esa necesidad de hablar?
Quizás las respuestas a estas preguntas se encuentren en nuestra propia formación como seres humanos, como seres culturales, es decir personas que interactúan cotidianamente entre sí y con su sociedad. Esta formación-educación que es recibida de múltiples maneras (familia, escuela, amigos, etc.) es el punto de partida de esta búsqueda de la voz. De la voz que expresa, que siente, que actúa. De esa voz que muta, de esa voz creadora y recreadora. De esa voz que encanta, canta. De esa voz que nos hace únicos en la multitud.
Tras todo lo que sentimos, hacemos y decimos se encuentra el complejo mecanismo de nuestro ser físico y psíquico. Para entender el comportamiento humano necesitamos comprender aquellas estructuras y procesos básicos que nos facilitan información sobre nuestro mundo y nos capacitan para responder a él. Esta capacitación nos permite comenzar un proceso de comprensión de lo que somos y cómo somos.
Al pensar somos capaces de utilizar símbolos en lugar de objetos, sucesos e ideas, que nos permiten manipular conceptos e imágenes de manera que podamos adquirir conocimientos, recordarlos y utilizarlos para resolver problemas.
El lenguaje, la resolución de problemas y la creatividad son temas que se consideran como aspectos del pensamiento. Lenguaje es un medio de comunicación a través de sonidos o gestos que expresa significados específicos, organizados según determinadas reglas. La resolución de problemas es una actividad compleja que incluye muchos procesos: registrar y analizar la información, recuperar de la memoria todo el material que tiene relación con esta información y utilizar ambos tipos de conocimientos con un propósito determinado. La creatividad consiste en la habilidad de ver las cosas bajo una nueva perspectiva, ver problemas de cuya existencia nadie se había percatado antes de inventar soluciones nuevas, originales y eficaces.
Por lo tanto la voz en el actor es más que un medio sonoro que significa. Es más que un elemento estético. Es más que un fenómeno aislado, solitario.
La voz es un todo con su cuerpo y con su saber. Con su historia presente y pasada. Con su búsqueda, con la construcción de su ser y de su temporalidad creativa.
El atributo fundamental de los seres humanos es su capacidad de actuar y de participar en la generación de sí mismo y de su mundo. De todas las cosas que los seres humanos pueden crear, nada posee la importancia que exhibe la capacidad de participar en la creación de su propia vida.
El ser humano es ante todo un ser creador nos dice Nietzsche, se trasciende a sí mismo y deja de ser su propio contemporáneo. Se transforma en un ser libre. En un ser creador.
Si aceptamos la creación, tenemos también que aceptar la destrucción. No hay una sin la otra. No podemos trascendernos y alcanzar otras formas anteriores de ser. Para trascendernos debemos estar dispuestos a sacrificar nuestras formas anteriores de ser. Ello implica vencer lo que Nietzsche llama “espíritu de la gravedad”. Este nos ata a lo conocido, a lo seguro, a lo propio, nos impide el salto al vacío”.
El espíritu de la gravedad debe ser vencido con las fuerzas opuestas: aquellas que surgen de la inocencia del juego del niño. Son precisamente estos juegos de niños los que nos permitirán avanzar en el descubrimiento del sentido sonoro de nuestra vida, de la musicalidad de la existencia (en sus ordenamientos y en sus construcciones), en el poder mágico del soplo de la vida: la Voz.

1.- Una manera de contar o explicar un fenómeno en curso.

"La mayoría de los músicos que practican la música hoy en día están realizando una acción automática -inconcientemente- y han perdido el entusiasmo que tal vez tuvieron durante un breve lapso cuando eran muy jóvenes y estaban muy decididos con respecto a la música como profesión. Debemos construir nuevamente desde el principio y una vez más debemos despertar ese entusiasmo original, o sino abandonar la música".
K. Stockhausen

El fenómeno en cuestión es la búsqueda de una “nueva” manera (o distinta manera) de encarar la creación de estructuras vocales corales en pos de una obra sonora renovada, desde un retorno a los orígenes, a las voces de nuestros antepasados, a lo que siempre está, aquello que nos acompaña siempre: nuestro ser cultural.
Esta inquietud surge de un largo recorrido práctico y reflexivo en torno al hacer creativo musical ligado al teatro. Desde la composición, la interpretación, la dirección y la pedagogía.
Durante muchos años, el conocimiento adquirido trabajando junto a variados directores teatrales, con escuelas y poéticas muy diversas, me permitió enfrentar el acto creativo desde ángulos diferentes y muchas veces contrapuestos. Pero siempre el mismo problema: el desconocimiento del arte musical, generalmente jugó en contra del logro artístico tanto en lo técnico como en la metodología de creación.

Problemas recurrentes:
-desconocimiento de las leyes elementales del uso del ritmo.
-desconocimiento de las leyes elementales de la creación melódica.
-escasa o nula valoración del fenómeno de “escuchar”.

Esto es realmente preocupante y decepcionante ya que el verbo hablado sin desarrollo rítmico, sin estructura melódica, sin control dinámico, alejado del cuerpo en movimiento se transforma en un pantano sonoro carente de significados, emoción y transmutación.
Dialogo de sordos donde se pierde de vista el encantamiento auditivo y visual del espectador/auditor.
Lo extraño es que la técnica teatral contemporánea ofrece innumerables posibilidades de desarrollo rítmico melódico, pero estos procesos generalmente se pierden o se diluyen en horas y horas de conversaciones sobre temas variados, donde la sapiencia reina pero la práctica escasea. Donde la aplicación técnica y la disciplina son vistas con resquemor y donde el desarrollo de estructuras y la repetición como elemento creativo no son muy bienvenidas.

Las ideas y aportes de gente como Meyerhold, Barba, Brook, Moushkinne y otros maestros del teatro contemporáneo (en Chile es el caso de Raúl Osorio) tienen mucho que aportar a la creación musical actual. Así como grandes compositores como Cage, Stockhausen, Ligetti y otros de igual calibre entregan hasta el día de hoy lecciones inigualables de inventiva, desarrollo de formas/estructuras y equilibrio que los teatristas chilenos debieran conocer, asimilar y aplicar. Al menos intentarlo.

1.1.-“Hacia formas novedosas de creación de estructuras vocales corales”.

 Esa podría ser la primicia de esta investigación sobre el uso creativo de la voz cantada (en una primera etapa). Formas novedosas que, como siempre ha sido (si no preguntémosle a Barba o Cage), se encuentran en lo más oculto de nuestras memorias, en el pasado siempre presente de nuestra identidad, en lo esencial del ser cultural. Quien y cómo soy. Porqué hago lo que hago y porqué así lo hago.
Este es un intento de desarrollo de una técnica (de un saber hacer) de composición, de ordenamiento de ideas sonoras, donde se funden, se encuentran dos disciplinas tan cercanas y a la vez tan lejanas como la música y el teatro. Donde se busca entrelazar técnicas, formas y maneras de encarar el acto creativo, aplicadas por grandes creadores y pensadores del arte musical y teatral del siglo XX, para generar una serie de ejercicios prácticos que permitan consolidar una forma particular de creación de estructuras vocales corales.
 Esta investigación está basada en un seguimiento pedagógico de una serie de secuencias de ejercicios prácticos rítmicos y vocales desarrollados y aplicados en alumnos de teatro de las Universidades de Chile, Arcis, Diego Portales y del Desarrollo desde hace ya diez años.
Estas secuencias de ejercicios entregan al alumno una sólida base técnica que desarrolla la capacidad de transformar el cuerpo entero en un gran instrumento de música capaz de trabajar la musicalidad del movimiento y de la voz como un todo armónico en forma individual y colectiva.
            Cabe destacar también que este método de creación vocal colectivo fue aplicado en uno de los dos cursos de egreso del año 2007 de la Escuela de Teatro de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ya no como ejercicios de desarrollo técnico si no que como método de creación de estructuras vocales corales para un montaje teatral dirigido por el profesor Elías Cohen, logrando resultados más que satisfactorios.
            Este método de creación de estructuras vocales corales funciona sin necesidad de poseer estudios de composición, armonía u otras técnicas de creación musical. Apela a los “saberes” heredados, a los conocimientos arraigados en nuestras inteligencias, en el saber hacer natural. Esta manera de crear colectivamente se nutre de la información que cada uno de nuestros sentidos posee así como de todos nuestros referentes culturales.
Creo que es necesario continuar desarrollando y consolidando este método, intentando ordenar y definir con mayor precisión cada uno de los pasos para su aplicación. El trabajo aún es largo y requiere del aporte y de las visiones de otros pedagogos y creadores, tanto del ámbito musical como teatral para seguir indagando, investigando pero sobre todo creando ya que es en este ámbito – el de la creación -  donde se puede comprobar si este intento (aún) de metodología se transforma en una herramienta útil al servicio del Arte Teatral y Musical.


2.- Algunos aspectos a considerar.

A menudo suele decirse que la Música es la más abstracta de las artes. Se la relaciona con las Matemáticas, dada la lógica que guardan las relaciones interválicas, armónicas y rítmicas. Se piensa básicamente en la composición escrita, olvidando que siempre hubo música que no se lee, sino que se transmite oralmente y se compone (se crea) a partir de la ejecución muchas veces colectiva.
 La improvisación, a la que trabajosamente accedió la música académica del siglo pasado, es patrimonio de otras culturas desde siempre, inclusive de la propia tradición occidental que la abandonó en los últimos siglos por el reinado de la partitura.
Y si es cierto que la música tiene que ver con el pensamiento, lo inmaterial, lo "elevado", de acuerdo a una topografía de los valores que nos es muy cara, no es menos cierto que es cuerpo, con los pies bien puestos en la tierra: no hay pueblo que no dance al compás de su música.


2.1- Canto, comunicación e identidad.

El canto, desde que el hombre es hombre, ha sido y sigue siendo un modo de expresión. La voz, el instrumento nato, inmediato, que el hombre ha tenido a su alcance es una de las herramientas de comunicación que poseemos los humanos. Este medio de expresión multiplicado en las gargantas de un clan, por ejemplo, en los negros esclavos del sur de Estados Unidos, en los hombres del teatro griego en donde el coro representaba al pueblo, surgió en forma espontánea como un invalorable lenguaje. Su práctica colectiva hace que la proyección social de este grupo sea mucho mayor que el canto individual. La suma de anónimas voluntades, el trabajo mancomunado, la apertura de la esencia misma del ser humano, hace que el canto grupal cumpla con el destino de conmover nuestras raíces más profundas. Tomando al canto grupal como una práctica social, esta se transforma entonces en actos pasados, presentes y proyectos para realizar en el futuro. Tiene por destino, además de la expresión, generar conciencia. El canto grupal es capaz de transformar la realidad objetiva natural y social así como la subjetiva. La vivencia experimentada del placer de hacer canto grupal (que desde comienzos de la humanidad vivió, como dijimos anteriormente, como un impulso interior, necesario de expresión) se alberga en la fuerza social comunicadora que desde sus comienzos propulsaba en la mente de los hombres los primarios sentidos estéticos de la forma como belleza. El ser humano desarrolló esta forma de comunicación para poder tomar conciencia de la realidad, de sí mismo y como miembro de una comunidad. El amor y el saber que un pueblo profesa como su tesoro cultural acuñado en experiencias, creencias y costumbres, modos de expresión de su vida práctica cotidiana, son formas que lo arman espiritualmente de identidad.
La música cantada es un fenómeno artístico, que une la poesía y la música. A estas dos formas estéticas, el canto las transmite como una. He aquí el poder de comunicación y su efecto concientizador multiplicado. Como fenómeno social comunicativo, el canto aspira en su propuesta al anhelo de identidad y de expresión que necesita un pueblo para existir. Así es como el canto grupal se constituye en un fenómeno cultural (estético, social, nacional, popular y democrático) a través del cual los pueblos expresan y cantan comunitariamente ideas, formas de vivir y sentir, de pensar y de decir.



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